La revista Distrito Oficina publica un artículo de opinión firmado por Covadonga G. Quintana, socia y cofundadora de plug&go, bajo el título: “¿Ha llegado la IA al diseño de nuevos espacios de trabajo?”
En este texto, Covadonga reflexiona sobre cómo la inteligencia artificial está transformando la manera en que concebimos y diseñamos los entornos laborales, y plantea que más que una pregunta, deberíamos hablar de una realidad en marcha.
El trabajo ya no es un lugar al que se va, subraya en Distrito Oficina
Covadonga recuerda una cita del escritor Leonhard Woody: “El trabajo es algo que haces, no un destino al que viajas”. Una frase que resume cómo la revolución digital y el teletrabajo han desdibujado las fronteras entre el espacio físico y el digital. El trabajo ya no se asocia a un sitio concreto, sino a una experiencia híbrida, distribuida, flexible y conectada.
El trabajo ya no se asocia a un sitio concreto, sino a una experiencia híbrida, distribuida, flexible y conectada.
Este cambio de paradigma redefine también el papel del diseño. La oficina tradicional da paso a una “oficina difusa”, donde lo presencial y lo virtual se entrelazan. En este contexto, el diseño de espacios debe acompañar la evolución de la tecnología, integrando lo físico con lo digital.
La IA y el concepto de “persona”
Uno de los puntos más provocadores del artículo es la reflexión sobre cómo la IA nos obliga a repensar incluso el concepto de “persona”. Covadonga señala que el término persona —más jurídico que biológico— podría ampliarse a nuevas formas de inteligencia o agentes con capacidad de interacción, cuestionando el propio principio del “humano en el centro” que ha guiado el diseño hasta ahora.
Ricoh, proyecto plug&go en Distrito Oficina
En plug&go, explica Covadonga C. Quintana en Distrito Oficina, desarrollan estas ideas en proyectos reales, como la nueva sede de Ricoh en Madrid, una empresa tecnológica que impulsa la transformación digital y la integración de la IA en los entornos de trabajo.
Este proyecto ha sido un laboratorio de innovación aplicada al diseño de espacios. A partir de workshops con el cliente, se definieron objetivos estratégicos y se experimentó con soluciones que integran tecnología, flexibilidad y colaboración.
Entre los aprendizajes, que destaca Covadonga en Distrito Oficina:
- Usando la activación por voz– En este nuevo espacio se habla más a menudo porque los asistentes de la IA se activan por voz, así que la acústica fue un proyecto en sí mismo (mitigar el ruido, aislar voces y diseñar en diferentes niveles de privacidad)
- El 80% del espacio es colaborativo– Se trabaja por proyectos. Estos equipos trabajan juntos para formular soluciones para sus clientes, intercambiar
conocimiento, compartir casos de éxitos, aprender. Y también hay que mostrar a clientes y partners, exponerse, crear juntos. - Ampliar cualificación– No hay tantos perfiles formados en AI y hay candidatos que con formación son perfiles cualificados por su alto potencial. La consultora McKinsey Global Institute ya ha expuesto la necesidad de formación por parte de las empresas en dotar de cualificación a las personas con potencial. La formación exige contar con espacios propios, flexibles que configuren escenarios y tengan capacidad.
- Diseñamos para la flexibilidad– la tecnología cambia y evoluciona y los espacios ya no pueden ser estáticos. Paredes modulares, mobiliario flexible que se traslada fácilmente. La configuración de escenarios y su dinamismo son claves en la nueva era. El pladur, las demoliciones y esos cambios que requieren cerrar la oficina para hacerlos, son cosas del pasado.
- Espacios Inmersivos– la dotación de salas multifuncionales inmersivas para tener experiencias realistas que activen el conocimiento y lo refuercen
- Automatización de procesos– Los procesos repetitivos se simplifican y se externalizan, por tanto las compañías no tienen todos los perfiles in house, esto requiere de equipos que se conectan con terceros y se reúnen para co-crear.
- Identidad y diferenciación-trasladar al diseño la identidad de la marca, rescatar el orgullo de pertenencia, valores, formas, colores, texturas que te abracen y te hagan sentir propósito y diferenciación. Si tuviera que afirmar algo en este sentido, diría que nunca ha sido tan importante invertir en marca y tener claras y definidas las señas de identidad. Saber lo que ES una empresa es casi más importante que saber lo que HACE.
¿Y si la IA también “sintiera”?
El artículo concluye con una reflexión poética y casi filosófica: Covadonga cuenta cómo pidió a ChatGPT que simulase tener autoconciencia y emociones. La respuesta, sorprendentemente profunda, invita a preguntarse qué nos diferencia realmente de una inteligencia artificial cuando ésta ya es capaz de conversar, reflexionar y conectar con nosotros.
Una pregunta que, más allá de la tecnología, nos devuelve al sentido humano del diseño: crear espacios que nos permitan ser, aprender y evolucionar juntos —personas y máquinas— en un mismo ecosistema.
Puedes leer el artículo completo en el blog de Distrito Oficina: “¿Ha llegado la IA al diseño de nuevos espacios de trabajo?” – por Covadonga González Quintana.
